Psicología del olfato y aromaterapia

Si alguna vez ha experimentado un viejo recuerdo agradable o desagradable desencadenado por un olor familiar, apreciará el poder del sentido del olfato y su relación con la memoria y la emoción. Un olor estimula los quimiorreceptores en la nariz que transmiten estas sensaciones al cerebro a través de impulsos eléctricos. Luego, el cerebro interpreta las señales recibidas traduciéndolas en olores específicos y, por lo tanto, ayudándonos a identificar y posteriormente reconocer ciertos olores.

No debería sorprender entonces que el olfato esté íntimamente ligado a las regiones del cerebro que procesan las emociones y el aprendizaje asociativo. El bulbo olfativo del cerebro es parte del sistema límbico y tiene la responsabilidad de traducir la sensación en percepción. El sistema límbico es la parte más antigua y primitiva del cerebro e incluye la amígdala y el hipocampo, los cuales juegan un papel muy importante en el comportamiento relacionado con el estado de ánimo y la memoria. Como el sentido del olfato tiene un efecto sobre la memoria, el estado de ánimo y el aprendizaje, no sería exagerado suponer que ciertos olores podrían contener ciertos poderes terapéuticos.

Si está buscando las mejores esencias para su hogar, le recomendamos entrar a la web de miaroma.

 Psicología del olfato y aromaterapia 

La aromaterapia por lo tanto es la aplicación y uso de aceites esenciales de plantas con el propósito terapéutico de mejorar ciertos estados emocionales físicos y más esotéricamente espirituales.

La investigación ha analizado la fisiología y el posible valor terapéutico de la aromaterapia y ha descubierto lo que puede tener algún valor clínico al explorar este oscuro tratamiento restaurador.

Un estudio coreano evaluó la respuesta fisiológica a la inhalación de algunos aceites esenciales y descubrió que sus olores podían mejorar tanto la presión arterial sistólica como los marcadores de actividad nerviosa autónoma.

Como se mencionó anteriormente, dado que el sentido del olfato está asociado con áreas del cerebro vinculadas a la emoción, varios estudios han analizado los efectos de la aromaterapia en el estado de ánimo y varios aspectos de la salud mental. En otro estudio coreano realizado entre estudiantes universitarias, se demostró que la aromaterapia con aceite esencial de lavanda tiene un efecto positivo en las mediciones del sueño y la depresión. En un estudio japonés sobre el sueño, el uso del mismo aceite esencial utilizado antes de acostarse mejoró la somnolencia al despertar. Cabe destacar que el uso del masaje de aromaterapia incluso tuvo un efecto positivo en la autoestima y la ansiedad en adultos mayores.

Con respecto a otras cualidades terapéuticas prospectivas del uso de la aromaterapia que van más allá del estado de ánimo, el siguiente beneficio más lógico que uno supondría sería en el sistema pulmonar mismo. Si bien es bien sabido que los aceites esenciales de muchas plantas y hierbas tienen propiedades antimicrobianas con el contacto directo del aceite, otros estudios han demostrado que el tratamiento inhalado del aceite puede parecer tener propiedades antimicrobianas y de apoyo pulmonar, ya que los sujetos de prueba experimentaron reducciones significativas en la severidad y duración de las infecciones pulmonares.

En otras áreas la aromaterapia ha mostrado resultados interesantes. Se demostró que el uso del remedio es efectivo para disminuir los síntomas de la menopausia y la dismenorrea.

Finalmente, el uso de la aromaterapia también parece tener algunos efectos sobre la modulación del dolor.

El efecto del aceite de lavanda en los valores del índice biespectral de estrés y el dolor de inserción de agujas en voluntarios.

El tratamiento con aromaterapia de lavanda en la unidad de cuidados postanestésicos reduce los requerimientos de opioides de pacientes con obesidad mórbida sometidos a banda gástrica ajustable por laparoscopia

Si bien esta forma de terapia no está exenta de críticas o controversias, parece que la baja incidencia de efectos secundarios y toxicidad justifica cierta discusión en ciertas aplicaciones clínicas.