La llegada del verano y la subida
de la temperatura hace necesario enfriar nuestro hogar. Sin embargo, el alto
coste de los sistemas de aire acondicionado hace que haya que buscar trucos
para conseguirlo sin hacer uso de ellos
Ventiladores
Son la primera elección para enfriar la casa por la noche suele ser un ventilador. Existen miles de
ventiladores diferentes en tamaño, tipo, altura, velocidad, características,
formatos y precios. Suelen ser baratos, consumen poca energía y no requieren de
instalación.
Lo malo de estos aparatos es que, simplemente, mueven el aire de un lado a
otro, sin importar si es frío o caliente.
Para conseguir que el aire que muevan sea lo más fresco posible, podemos
colocar una botella cortada a la mitad en la parte trasera del ventilador y
llenarla con hielos y sal. Esto hará que el aire que mueva el ventilador sea
frío.
Ventilación
Hay que elegir muy bien las horas para ventilar o puede ser
contraproducente. O bien por la mañana cuando
el aire aún es fresco, o por la noche
si bajan las temperaturas. Siempre hay que buscar el crear corriente.
Lo que se busca con esto es que el aire fresco entre en casa y que se renueve la atmósfera interior. Cuando
empiece a subir la temperatura, cerraremos ventanas y puertas.
Un buen truco es mojar las cortinas
y persianas con agua fría para refrescar el ambiente.
Pintura e iluminación
Al pintar la casa, es mejor usar colores
claros. El color blanco en paredes, puertas, ventanas y persianas es mejor
para el calor, por el efecto rebote y porque da sensación de frescor.
En el tema de la
iluminación, recomendamos una iluminación de LED. La iluminación por
halógenos o bombillas incandescentes
gasta más y tiene una peor relación calor generado y luz producida. Algo que no
se nota en sólo unos minutos pero que si sufrimos cuando hacemos uso prolongado.
Electrodomésticos
Usar la lavadora
o el lavavajillas es mejor por la noche
ya que generan calor en su funcionamiento y una mayor temperatura que a modo
residual van disipando por la habitación en que se encuentran.
Tampoco dejes
encendidos el ordenador o otros aparatos electrónicos. Dejarlos encendidos horas (aunque sea en modo espera) genera un calor innecesario (y un
consumo mayor).
5.Plantas
Procura poner plantas de interior de color verde, lo
más grandes posibles. Absorben el calor
del aire por lo que contribuyen a que el ambiente esté más fresco.
Además, empieza
a regarlas por la noche. La humedad
de la tierra mojada es muy buena para enfriar el ambiente.
Sábanas
Bien es cierto que existen ventiladores
para las camas los cuales se conectan a la cama por un conducto por el que
llega aire frío debajo de las sábanas.
Sin embargo, para no gastar dinero, quita las sábanas cuando te levantes y déjalas en la parte más fría de la casa.
No las vuelvas a poner hasta el momento de irte a dormir.
Además, el tejido y el color también
dar frescor. Los tejidos blancos o
de colores claros y suaves como la seda, el algodón o el lino son más frescos.
7.Reordenación de la casa
Alejar el sofá
de las ventanas y retirar la mayor cantidad de muebles y alfombras. De
este modo, al dejar espacios diáfanos, el aire circula mejor y la sensación de
frescor será mayor.
En el dormitorio se debe evitar colocar la cama cerca de una ventana
o de una pared que reciba el sol durante todo el día.
Además, si tu casa dispone de varias plantas, coloca las
habitaciones para dormir en la más baja,
ya que es la más fresca.
8.Aerotermia y
placas solares
El uso del aire acondicionado nos suele
dar miedo por su alto gasto de electricidad. Sin embargo, existen diferentes
tipos de creación de energía que pueden hacer que ese gasto disminuya.
El uso de placas solares para generar electricidad hará que, una vez
instalado el sistema de autoconsumo, el total de la electricidad utilizada
sea gratuita.
La aerotermia es una tecnología que extrae hasta un
75% de la energía del aire para convertirla en calefacción, refrigeración o
agua caliente mediante un solo equipo.
El único consumo
eléctrico requerido es para hacer funcionar el motor del compresor, suponiendo menos del 30% de la energía que se
necesita para conseguir una temperatura adecuada.