Algunos de estos asadores son mejores para asar carnes, otros del tipo wok, sirven más como plancha o para cocinar verduras; algunos combinan estas dos funciones o más, como por ejemplo para calentar agua y hacer guisados en la olla de hierro; otros poseen varios niveles para moderar el calor que se le da a los alimentos; otros tienen incorporados un pincho como para hacer pollo al espiedo; etc.
Cada cual, dependiendo de lo que prefiera cocinar y el modo de asado, preferirá uno u otro estilo de parrilla de hierro DIY (Do It Yourself o Hazlo Tú Mismo) para construir en casa.
Los invitamos a mostrar luego los resultados de su trabajo en hierro, para subirlos en un post futuro con otros diseños de asadores como estos, y por supuesto, como siempre los invitamos a compartir en sus redes sociales y a seguirnos en las nuestras para estar siempre conectados con nosotros, atentos a las novedades en el blog!
Ideas para Herreros : Asadores de hierro increíbles
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Fuego
Empezaremos por la recolección de lo que vamos a utilizar para encender el alma de la parrilla. Vamos a necesitar hojas y ramitas finas, secas. Si podemos conseguir piñas de pino o coníferos seria muy bueno.
Segundo paso: nos vamos a ir a conseguir ramas más gruesas, bien secas, de unos 5 cm. de diámetro, y recordando no hay nada mejor para lograr una buena brasa es conseguir madera dura, esa que cuando uno la agarra dice: "¡que pesada que esta!". Siguiendo con lo que nos interesa, que es el fuego, vamos a necesitar madera más gruesa, troncos de 15 a 25 cm. de diámetro, dependiendo cantidad que se va a cocinar y obviamente el espacio. Creo con ese tamaño, teniendo 4 a 6 unidades, vamos a lograr una buena brasa.
Luego de haber juntado todos los materiales, procedamos a armar el fuego. Vamos a comenzar por hacer un colchón de hojas y palitos finos secos, como de medio cm de diámetro. El largo lo adaptan al tamaño del espacio que tengan. Luego de lograr esto lo vamos a encender. Cuando los palitos comiencen a prenderse, le vamos a agregar ramas, eso sí, de a poco: tres o cuatro por vez en forma diagonal. Podemos utilizar cajones de verdura, eso varía. Si vemos que les cuesta a las ramas encender, les agregamos más piñas (coníferos) o palitos finos para darle fuerza al fuego. Cuando ya vemos que tenemos el control, le vamos a agregar los troncos de esos grandes, siempre cruzados, tratando de ponerlos sin aplastar ese hermoso fuego que logramos. Hay muchas maneras de colocar los troncos. Podemos armar la base del fuego y hacer como si fuera un cuadrado rodeando esos palitos finos. Habiendo hecho estos pasos podemos colocar la carne en la parrilla y decir que el asado ha comenzado.
La parrilla y Brasa
Ya habiendo aprendido cómo hacer un buen fuego, vamos a irnos al cuerpo del asado, que son las brasas. La opción de usar carbón es de su elección.
Lo primero que debemos saber es lo siguiente: existen diferentes formas de colocación de la brasa, antes o después . Hay personas que prefieren la colocación antes, ya que el previo calentamiento de la parrilla va a sellar el producto y va permitir contener los jugos de ésta. La otra opción es lo contrario: primero la carne y luego la brasa. Si lo hacemos así, recomiendo ya tener bastante brasa para darle un sellado rápido y la parrilla bien pegada a esta. Luego de lograrlo, podemos manejar la temperatura de nuestra parrilla de la siguiente manera: moviendo más brasa para un lado o darle altura, ya que si cocinamos a fuego fuerte vamos a hacer que nuestra carne se contraiga, y por lo tanto, quede dura. Es mejor cocinar a fuego lento después de un buen sellado. Para saber si nuestra carne está recibiendo mucho calor, pondremos la mano encima de la carne, a unos 2 cm de distancia y si podemos aguantar el calor unos 2 a 3 segundos, esto significa que esta recibiendo demasiado calor, lo cual es bueno para sellar, pero no para cocinarla. El tiempo de resistencia al calor que necesitamos para cocinar es de 6 a 8 segundos. De esta forma logramos un buen resultado.
Humo
Pasemos al humo. ¿Cómo evitar esto? El sabor ahumado en nuestro producto, que quizás no sea agradable para muchos, si vamos a cocinar bañando nuestro asado con alguna preparación (salsa), recomiendo mover la pieza hacia un costado, en donde no tengamos brasa y hacerlo, ya que éste puede generarnos un ahumado amargo, no así la grasa natural que despide lo que estemos cocinando. También podemos hacer ahumados positivos, como colocar hierbas naturales o especias a la brasa.
Se recomienda siempre salar nuestro producto al final, de esta manera no deshidratamos a éste, logrando una mejor composición de todos sus jugos.