Hazlo Tú Mismo - 10 Consejos
1. Adquiere siempre las herramientas de la mejor calidad que puedas. Los chinos fabrican herramientas baratas y malas. Si la herramienta que necesitas es muy cara o sólo para un trabajo concreto prueba a alquilarla. Y recuerda, no siempre la marca más famosa es la mejor, observa lo que llevan los profesionales. Lo habitual es comprarse una herramienta "del todo a cien" que al final se acaba descalibrando, después del primer uso, lo cual lleva a trabajos chapuzas y a que finalmente tengas que invertir dos veces (en comprar la mala y la buena que te compras después). En herramientas malas de precisión suele pasar que lo de "precisión" se queda en algo anecdótico. En herramientas de "desbaste", suele pasar que se rompan y te juegues partes del cuerpo cuando eso pasa, aparte del cabreo.
2. Utiliza guantes, gafas y botas de seguridad. Las chispas en los ojos, las astillas en las manos y los tablones que caen en los pies, duelen igual cuando haces bricolaje que si trabajas de verdad. El "carácter latino" nos lleva muchas veces a empezar a hacer las cosas ipso facto, porque lo de protegerse nos parece que es perder el tiempo. Sin embargo, recordad que no somos pulpos y si perdemos "miembros", no vuelven a salir..
3. Mide, nivela, mide, nivela, mide, nivela, mide, nivela, y, antes de cortar o taladrar, asegúrate de haber medido y nivelado bien. Recuerda, cada vez que marcas a ojo se muere un gatito. Y aunque midas: Lo que parece recto, no lo es, lo que parece paralelo no lo es, lo que parece liso, no lo es, lo que parece perpendicular, no lo es... Mide siempre arriba y abajo, por todas las dimensiones. Comprueba y recomprueba antes de cortar o agujerear nada.
4. Utiliza siempre la herramienta adecuada. Puedes intentar soltar un tornillo de estrella con un destornillador plano, aunque seguramente, estropearás el destornillador y el tornillo. Esto es lo de la ley de Murphy: si todo lo que tienes es un martillo, todo lo que veas te parecerá un clavo. Paciencia y control.
5. Protege todo lo que no quieras que se manche. Por muy cuidadoso que seas. Y no solo que se manche, si no que se rompa (astillas y demás)..
6. No corras. La frase “coloco la estantería ya y veo el partido” te perseguirá cada vez que te sientes a ver un partido y veas la estantería torcida. Paciencia y control.
7. Planifica. Trabaja pensando para trabajar menos y que cunda más. Tener los materiales y herramientas a mano facilita mucho. Y también "imaginar" antes todo el proceso de la construcción, el orden en el que se deben hacer las cosas para evitar tener que deshacer y volver a empezar. Ayuda mucho tener visión espacial.
8. Mantén las herramientas limpias. Recoge y limpia cuando termines, así podrás ver si necesitas reponer alguna herramienta que, de otra manera, necesitarías de forma ineludible el domingo por la tarde. Sí, da perrería hacerlo, pero es necesario, por ti y por las propias herramientas.
9. Sé ordenado. Recorrer toda la casa buscando dos destornilladores puede estresar mucho. Si tienes espacio, hazte un cuadro de herramientas con un tablón y algunos clavos, así en seguida localizarás las cosas y te costará menos tenerlas ordenadas.
Limpia cuando termines, cuéntate los deditos a ver si sigues teniendo todos y disfruta de tu creación.
10. Si tienes dudas, pregunta. Nadie nace sabido, es mejor preguntar que equivocarse y fastidiarla.
Recuerda que hay dos maneras de hacer bricolaje, por uno mismo o pagando a profesionales (y no sólo bricolaje), una de las dos es cara y en la otra las cosas suelen quedar bien.
Mide muy bien tus capacidades, recuerda que lo barato sale caro. Hazlo sólo si tienes conocimientos, herramientas, materiales, ganas y tiempo.