Las tijeras son una herramienta de corte usada en amplios ámbitos de la actividad humana. Constan de dos hojas metálicas, afiladas por el lado interior, acabadas en un hueco donde se pueden introducir los dedos, y articuladas en un eje por sus extremos. Constituye un ejemplo perfecto de palanca de primer orden doble.
Entre los tipos de tijeras se podrían destacar: tijeras de jardinería (también llamadas de podar), de cocina, de peluquero,(tijeras mucho más especializadas y de aceros muy duros) , de papel, de electricista, de cirujano, etc.
En los talleres mecánicos y en la industria en general, se utilizan unas tijeras más robustas, para cortar flejes metálicos de embalajes y chapas metálicas delgadas.
Es importante tener cuidado en su manipulación ya que su mal uso puede derivar en heridas a quien las usa o a quienes rodean al usuario, pudiendo ocasionar cortes (sobre todo en los dedos o manos) de diversos grados.
Forma y ergonomía
Las tijeras constan de 3 piezas principales:
Las Hojas: Las hojas son pedazos de metal afilados que permiten el corte y que están hechas de acero inoxidable para impedir que se oxiden fácilmente. En los extremos de las hojas hay unos “salientes” que se introducen en un plástico protector. Este saliente tiene una pequeña curva para asegurar que estén bien sujetos al plástico y no salga con facilidad. Las hojas tienen sendos agujeros para introducir un tornillo, que es el eje entre las dos hojas, y que permite que, presionando los mangos de plástico, estas se junten y corten los materiales que se encuentren entre ellas. Las hojas de las tijeras tienen una variante para zurdos, que invierte las hojas. Esto ha de ser así por que en los zurdos, las tijeras se colocan a la izquierda del individuo para cortar, entonces la hoja derecha, estorba para ver bien el punto donde se quiere cortar. Al estar invertidas, la hoja de la derecha es la que no permite ver el punto donde cortar.
El Mango: El mango de las tijeras son dos pedazos de plástico situados en los extremos de las hojas y que están encajados a ella mediante unos salientes en las mismas. La única razón por la que este mango es de plástico es que permita que la mano no este en contacto con el metal; pueden ser perfectamente eliminados, y en su lugar, se extenderían las hojas de metal que tendrían la misma forma que el mango. Los mangos constan de un agujero en cada trozo de plástico para introducir los dedos y ejercer presión para que el eje gire.
El Tornillo: Este tornillo se introduce en los agujeros de las hojas. Como estas, esta hecho de acero inoxidable, que permite que no se oxiden a medio plazo. Las funciones de este tornillo son unir las dos hojas, y, la más importante, ejercer de eje entre las dos hojas para que puedan girar.
Historia de las tijeras
Las tijeras son una herramienta muy antigua que ya se usaba en la edad de bronce. Eran en forma de “C” y constaban de un muelle. Se usaban para cortar pieles y cabello.
Los griegos y los romanos también las fabricaron y las que de ellos se conservan muestran gran variedad de empleos: corte del pelo, esquilado de animales, poda de árboles, corte de tejidos. La mayoría de aquellas eran de bronce o de hierro. De este último material eran unas tijeras pequeñas, halladas en la ciudad de Elche (Alicante, España) así como diversos ejemplares encontrados en León, España.
Las tijeras conocieron también el uso suntuario, como el de tocador de las mujeres romanas, según se ve en un fresco pompeyano del siglo I, con unos cupidos cortando ramos de flores con unas pequeñas tijeras de hierro; y entre objetos de ajuar funerario hallados en tumbas griegas y romanas, las tijeras aparecen con cierta frecuencia.
La forma de las tijeras antiguas se mantuvo en la Edad Media, hasta el siglo XIV, cuando se inventaron las tijeras tal como las conocemos hoy, con un pasador entre ambos brazos o cuchillas. En un escrito de 1380 del rey francés Carlos V “el Sabio”, se habla de “unes forcettes” de plata y oro con esmaltes, anilladas en los extremos a modo de orejas perforadas. Más tarde, en 1418, se habla ya de tijeras de acero. Pero distaban mucho de ser de uso doméstico. Eran más bien pequeños útiles suntuarios, casi pequeñas joyas muy lujosas, con incrustaciones de nácar, cargadas de pedrería, que se guardaban en estuches muy ricos, junto a otros útiles preciosos destinados al tocador de las grandes señoras.
Había, sin embargo otro tipo de tijeras, las profesionales. Aparecen en escudos de armas gremiales, como los del gremio de pañeros y cortadores. El oficial, o maestro de tijeras, solía llevarlas en un bolsillo lateral.
En los siglos XVI y XVII se pusieron de moda en Europa las tijeras españolas de pasador, con cuchillas muy largas con cabos y ojos bien labrados. Sevilla, por su parte, tenía el monopolio de todas las tijeras que se enviaban a América.
En el siglo XVII se generalizó el uso de las tijeras y empezó a emplearse el acero en su construcción. Aquí, la fama de la ciudad inglesa de Sheffield fue grande y llegó a dictar la moda hasta finales del siglo pasado cuando la mecanización simplificó los estilos de su construcción y las tijeras pasaron a ser similares a las de hoy.
Tijeras, educación y arte
Las tijeras son una herramienta muy útil en habilidades manuales y artísticas, entre la que cabe citar el kirigami, que desarrolla el recorte de papel con tijeras.
En el Perú existe la tradicional "Danza de las tijeras", principalmente en los departamentos de Huancavelica y Ayacucho, en la que los danzantes desarrollan atléticos pasos sin dejar de hacer sonar sus tijeras.
Las variantes empleadas por los infantes en las escuelas tienen las puntas de sus hojas -por seguridad- redondeadas, y para ellos se fabrican modelos con hojas de plástico con una mínima capacidad de corte.
La tijera es la herramienta esencial en peluquería, capaz de transformar el cabello con precisión y estilo. Con habilidad y destreza, los estilistas dan forma y textura, creando looks únicos y elegantes.
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