Los dientes de un serrucho están triscados, es decir, inclinados alternativamente derecha e izquierda. Su finalidad es abrir una ranura más ancha que la propia hoja para impedir que ésta se atasque y facilitar la salida de la viruta.

Los serruchos son de diferentes tipos, según el corte que se desea efectuar. Así, distinguimos el serrucho ordinario, el de costilla y el de punta.
Serrucho ordinario: se utiliza para efectuar cortes largos, rectos y profundos que no requieren gran precisión.
Serrucho de costilla: se emplea para efectuar cortes rectos de precisión gracias a su refuerzo superior.
Serrucho de punta: su hoja estrecha y puntiaguda permite obtener cortes curvos interiores y exteriores.